jueves, 26 de abril de 2007
Cuando Carlitos Lastres conduce su auto en Oriental, Cartago, El infierno, se asegura de llevar una cámara de fotos. No quiere que le vuelva a suceder que se encuentre con un monstruo y no tenga a mano un medio para testimoniar su descubrimiento.
Carlitos, de 17 años de edad, iba manejando por el Condado de tec cuando se cruzó con algo que quedó grabado en su memoria para siempre: una criatura humanoide cubierta de una cabellera amarilla y con una región blanquecina alrededor de los ojos. "Parecía estar haciendo algo. Cuando me vio, probablemente copió la expresión de mi rostro, porque puso una cara boquiabierta de azoramiento. Se quedó mirándome mientras me alejaba. Me preguntaron si no podría haber sido un oso. ¡De ninguna manera!", relató.
El chico explicó que no detuvo el auto porque iba con sus 27 amigos dormidos en el asiento trasero de su camioneta Toyota 6x4. Después de dejarlos a salvo, Carlitos volvió para intentar encontrar al Mounstro, o por lo menos pruebas de su existencia -pelos, pisadas, etc.- pero no tuvo éxito.
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