jueves, 25 de octubre de 2007

Por qué no celebrar la navidad???

Hola a tod@s!!!

Estuve explorando en mis archivos viejos, y encontré un ensayo que había realizado a finales del 2005, criticando las celebraciones previas al fin de año... creo que es algo edificante... así que allí les va...

Durante estos días, tras una exigente y profunda reflexión (como es costumbre desde que entré al C.H.C.), he analizado que las festividades no solamente son una grandiosa estrategia de mercado en este mundo capitalista; días como la Navidad o el 31-12 son solamente mecanismos que hacen que la gente olviden los problemas que les rodea. Pareciera que esto de las fiestas en el último tramo del año tan solo fueran una especie de droga que sedara a la población para desear a sus cercanos una “Feliz Navidad”, cosa que, como muchos de ustedes saben, es una gran mentira.

¿Cómo es posible que miles de personas afectadas por el tsunami un año atrás no han conseguido ni siquiera recobrar sus bienes mínimos, o no han encontrado todavía a sus familiares perdidos en dicho evento? Sería grandioso que, en vez de desperdiciar dinero en celulares, bolsos, camisas u otro artículo de moda (para muchos, “un poco” innecesarios) se ayudara a estas personas que desearían por lo menos un plato decente de comida y un pequeño juguete para cualquiera de los niños pertenecientes a estas familias. Por lo visto, es poco probable que suceda. Muchas de las personas del mundo “moderno” no le dan la importancia que merece este tema; y por si fuera poco, algunos desgraciados (o infelices, si prefieren) profieren que no es problema de ellos. Tal vez no lo dijeron, pero con solo ignorar o decir “¡oh! Un tsunami en Asia, será mejor ver la noticia” y a la semana siguiente olvidar el tema demuestran que este mundo todavía está en vías de un desarrollo moral.

No muchos individuos piensan acerca del tsunami, o de los secuestrados en Yemen, o de la contaminación global, o de todos los problemas de este podrido mundo; no obstante, los que reflexionan sobre estas problemáticas (en este caso lo estoy haciendo yo) hacen más que los que se “rascan el ombligo” mientras cambian el canal de las noticias por un partido de fútbol que, aparte de todo, es también un deporte corrupto.

Así, las fiestas de fin de año no nos hacen recordar que millones de personas se encuentran el la pobreza absoluta, que miles de familias no tienen ningún individuo laboralmente activo, o que muchas mujeres en África están infectadas con el VIH; en cambio, si recordamos comprarle un chocolate o unas flores a la novia (si tuviera, no sería mala idea ¿no les parece?) o nunca olvidaremos que mi amig@ del alma quería esos zapatos que son accesibles en todo el mercado por su demanda, o gastamos mucho dinero para comprar pavo, o tamales y otros excesos gastronómicos. ¿Acaso cuántos niños desearían esa porción de arroz que tienes en tu plato?¿No te da vergüenza o nostalgia que la ropa que te compraron le quedaría perfecta a un muchacho que tienen que trabajar para dar lo mínimo a madre y sus hermanos?

Lo irónico de todo esto es que los temas para festejar son aún más ridículos que lo que compramos. Se supone que celebramos el nacimiento de alguien que vivió hace aproximadamente 2000 años atrás y motivador de una de las doctrinas con mayores fieles en el mundo. ¿Quién rayos garantiza que nació un 25 de diciembre; es más , quién inventó que nació en la medianoche?¿Dónde nació era una posada o una granja?¿Acaso existían renos que volaban cuando vivió San Nicolás; o que registro decía que se vestía de rojo y blanco (gracias a un compañero me hizo razonar que esos colores eran “muy parecidos” a una compañía de bebidas gaseosas que comienza con “C” y termina con “a” (¡Seguro no adivinarán!)?¿Desde cuando crecen pinos en Israel; no será que esos árboles vienen de una tradición ajena al cristianismo?

Por esto, yo, les deseo unas gratificantes y venturosas fiestas (nunca, pero nunca serán felices; si quieren saber por qué, me lo pueden consultar sin ningún problema); y que el 2006 esté lleno de éxitos y logros. No deseo celebrar que Jesús nació en diciembre, festejo que Jesús haya nacido. San Nicolás no vuela, alegró los corazones de los niños que vivían en su comunidad. Quiero que el 2006 logre ser un año en que esas dramáticas cifras de enfermedad, pobreza, delincuencia, violencia y desempleo mejoren positivamente, no quiero festejar porque pasó este año. Además, detesto como muchas personas celebran desperdiciando su salario en bebidas alcohólicas, en vez de invertir ese dinero en obras que beneficien a su familia. Deseo que la pasen bien, aunque el mundo sea terrible. Nuestra tarea es mejorarlo. Querer es poder...


C.H.C.: Colegio Humanístico Costarricense

3 comentarios:

Keysmaker dijo...

Bueno don julio la verdad que está bien profundo este escrito, pero si bien es cierto la religión es la locura colectiva de las masas, no hay que quitarle mérito a algo, uno la pasa bien con las familias, y no se puede contrastar con los fenómenos que cita como lo del tsunami, pero bien es la única temporada del año en donde las familias se reunen.

Anónimo dijo...

¡que original!

estos ñiñatos de colegios que se creen la gran cosa y dime ¿que has hecho vos?

ja ja ja

regresa al mundo, vive y deja de llorar por las cosas que no puedes arreglar... psss, que mastes que vais


MarcoReactor...

ese mismo

Anónimo dijo...

Comparto algunos puntos de vista, pero Uyyy... deje de cuestionarse tanto y viva feliz!!!